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Dibujar el sol

Daniela Meliantulafken

La educación artística como entramado comunitario




“Los niños me piden

hojas y lápices

es tan simple

dibujamos:

un cordero

el sol

el rewe

atrás el verde

susurra sin prisa

nos acostamos

y hacemos

ruidos de animalitos

es tan simple”


El territorio del viaje, Daniela Catrileo.



Koneltun zugu


Escribo como colaboradora y espectadora de las actividades del programa de la Residencia Artística: Conectando con Isla Mocha, que tuvo su primera versión durante el mes de abril del presente año. Un encuentro cuyo propósito es poner en valor la educación artística en la ruralidad del territorio Lafkenche. Proyecto que conlleva distintas acciones lideradas por Regenerativa y Oikonos junto a la colaboración del colectivo de educación artística Laboratorio Itinerante, con el objetivo de repensar el rol de las artes en contexto insular, con


problemáticas presentes y situadas, para abordar la regeneración del territorio desde el lenguaje artístico. Desde este impulso levantamos una convocatoria que invitaba a artistas educadores de la región del Biobío a presentar propuestas para co diseñar junto a las y los habitantes de la isla. Yasna Obreque Guirriman, desde su biografía, sentir, convicción y accionar, nos entregó la certeza de que era la persona que debía llevar a cabo esta iniciativa para encontrar en el diálogo y el proceso creativo colectivo una imagen que dé cuenta de la identidad y memoria local para la construcción de un mural en el espacio público.



Kiñe


La poética del retorno


“Siempre he sentido atracción por los límites de las cosas, por los trazos que

hacen finitos los objetos y los territorios. Muchos son invisibles, como las líneas

que transcurren por la tierra volviéndose reales en un mapa. Otros

terminan en árboles y arbustos formando lindes, o volviéndose para sí como los

huecos y los pliegues que se forman en nuestros cuerpos”


Una vereda en común, María Sanchez.



Tengo un vínculo constante e inexplicable con el mar, me desenvuelvo en torno a sus tiempos y vaivén. Desde pequeña tuve el ímpetu a situarme en el mar, de habitar el mar. Lo que de alguna forma es contradictorio para el pueblo nación al que pertenezco, puesto que somos gente de la tierra. Y en el mar se acaba la vida. Desde el conocimiento Mapuche el mar está relacionado a la muerte, y las aguas son el caudal por el cual transitan las almas para llegar a la otra vida. Ngill Chenmaiwe, nombre ancestral del territorio, es el eje en donde convergen los relatos de Wallmapu.


Isla Mocha fue uno de los tantos territorios en disputa por la ambición colonial. Es un lugar que sufrió la reducción absoluta de su población, de su cultura. Ese despojo se ha mantenido hasta el día de hoy, ya que pese a la cantidad de años que han transcurridos la comunidad mapuche no ha retornado. En mí pesa esa herida.


Actualmente habitamos solo un par de personas que reivindicamos nuestro origen, por lo que el acto de que una lamgen sea la artista educadora que lidere este proyecto es simbólico. Pienso en lo sensible de la acción de volver, de reencontrarse, de cruzar el mar para observar desde aquí el continente y la extensión absoluta de las aguas. Yasna es de Cañete, y me compartió que desde ese punto proyectó siendo pequeña un reencuentro con la isla.


El lenguaje artístico nos permite resignificar, transformar y aprender, en este caso la fotografía como dispositivo pedagógico fue la herramienta propuesta y compartida para poder ahondar en el imaginario común. La fotografía está vinculada tautológicamente a la memoria y a la verdad, por lo que la idea de traerla como puente para llegar a lo pictórico es un acto poético. El impulso que mueve la idea de situarse en la isla, da cuenta de la búsqueda de formas de contribuir en la experiencia de la educación artística invitando a pensar lo común.


Situarse en la isla no es fácil, constantemente nos vemos enfrentados a distintas situaciones que interrumpen los servicios de conectividad y dejan en evidencia la fragilidad del sistema. La llegada de Yasna no tuvo excepción, el programa debió modificarse debido a que no existía medio de transporte. Paralelo a su arribo, ocurrió un desperfecto en la línea de la compañía de telefonía móvil que se extendió por un mes. Pese a los inconvenientes pudimos llevar adelante el proyecto.



Epu


Dibujar el sol


“Las nubes se mueven lentamente en el cielo, se abren y el

viento las empuja con suavidad. El sol aparece y empezamos

a sentir su calor. Luego las nubes se deshacen, cambian de

forma continuamente, una nubecilla acaba de desaparecer.

¿A dónde habrá ido? Las nubes se abren cada vez más,

desgarrándose, la nube grande se está transformando

en tantas nubecillas todas hechas de jirones, flecos, hilos.

Hasta desaparecer.


Bruno Munari, Dibujar el sol.






Dibujar el sol es el nombre que decidí asignarle a este ensayo, tomando como referencia un pequeño libro de Bruno Munari que recopila distintas formas de interpretar y representar el sol. Al leerlo me percate de las similitudes que existieron con los procesos de las actividades realizadas en el contexto de la residencia artística, en donde el sol fue protagonista.


Las actividades propuestas por Yasna iniciaron el día sábado 13 de abril, con una convocatoria abierta a la comunidad de Isla Mocha. Este encuentro reunió a niñas, niños, jóvenes y adultos. Paralelo a ello, se generó un programa enfocado en potenciar el proyecto educativo institucional de la Escuela Armando Arancibia Olivos que invita a conectar desde la creatividad y la exploración. Estas instancias se realizaron con todos los cursos, desde primero a octavo básico, una acción importante para la organización, puesto que el programa pudo llegar a toda la comunidad de estudiantes, adaptándose a sus intereses. Además, de manera complementaria, el equipo del colectivo Laboratorio Itinerante diseñó un material pedagógico dirigido a las profesoras y profesores para que sean partícipes de las actividades de la Residencia Artística, proponiendo mediante una investigación colaborativa, diferentes disciplinas para que pensemos e imaginemos en torno a una de las zonas más biodiversas. De esta manera, no encontramos para observar el sol a través de cámaras estenopeicas.


La etimología de la palabra fotografía es Griega y significa pintar con luz, o, escribir con luz.

La propuesta realizada por Yasna nos llevó a poner en práctica los principios fotográficos para poder obtener una imagen, lo que nos movilizó a adaptar una sala de la escuela Armando Arancibia Olivos como cámara estenopeica que a la vez fue utilizada como cuarto oscuro. Yasna, invitó a la comunidad de Isla Mocha, a pensar una imagen común a partir de la recopilación de miradas, y significancias planteadas por personas de todas las edades. La metodología empleada conlleva un recorrido que inició con la experimentación fotográfica, trabajando como medio creativo la técnica del cianotipo, generando una aproximación al color y la composición. Continuamos con la construcción de cámaras estenopeicas utilizando materiales reciclados para su elaboración, cada niña y niño personalizó su dispositivo fotográfico con detalles propios de su identidad. Al realizar los primeros ejercicios para entender el funcionamiento del aparato, la artista nos motivó a mirar y percatarnos como la luz del sol variaba dependiendo de su trayectoria y condiciones climáticas. Entrecerramos los ojos y observamos a través del aparato fotográfico. También nos adentramos al interior de la sala adaptada como cámara estenopeica, cuya entrada de luz estaba dirigida al patio interior del colegio, por lo que pudimos observar texturas y colores. Una sorpresa, fue identificar definidamente la materialidad y saturación de la estructura de juegos, de tal forma, que nos dió la sensación de estar en presencia un video vigilancia en tiempo real, ya que logramos mirar el transitar de las personas que pasaban por ahí. La utilización de este recurso permitió que las y los estudiantes comprendieran el comportamiento de la luz y la manera en la que la percibimos, además de cómo se crea y captura una imagen. Posterior a ello, cada curso pudo realizar la acción de fotografiar, aquí, las y los estudiantes pusieron en práctica el uso de sus cámara estenopeicas cargada con papel fotosensible para tomar un autorretrato asistido. De esta manera, se dispusieron en distintos lugares del recinto escolar para realizar su fotografía. Todas y todos posaron delante de su cámara, quedándose quietos por 30 segundos o más, dependiendo de la intensidad de la luz del sol. Luego de la captura de las imágenes pudimos revelar algunas fotografías a modo de ejemplo.


Continuando con el programa, Yasna invitó a la comunidad a compartir historias locales y a pensar en los símbolos representativos de la isla para la construcción colectiva de la imagen del mural. Para abordar lo ilustrativo y lo pictórico, se realizaron distintos ejercicios para imaginar y plantear propuestas. Surgieron elementos comunes, como: el faro viejo, la fardela, la ballena blanca, memorias vinculadas al mar. Todas y todos realizaron sus bocetos, terminando un ejercicio colectivo que incorporó la diversidad de trazo y miradas.


Como recurso pedagógico de recopilación de procesos creativos, Laboratorio Itinerante propuso trabajar de manera complementaria el Libro de las ideas, una estrategia donde convergen las experiencias educativas. El libro de las ideas es una propuesta de bitácora para añadir palabras, recortes, recolecciones, sueños. Es una invitación a que las y los niños puedan plasmar su manera de ver el mundo. Durante las actividades hubo dos estudiantes que llamaron mi atención en relación a la manera en que utilizaron su libro, Evolet por ejemplo, alumna de tercero básico, tomó la decisión de trabajar con dos bitácoras, una en la escuela y otra en la casa, que tituló, Los días pasando, apropiándose de la idea como diario de vida. Por otra parte, Pedro Pablo, alumno de segundo básico, creó una historieta situada en la isla que narraba sobre las aventuras de un niño mochano y un robot, esta idea fue construida a través de una saga de tres partes. Ambos ejemplos dan cuenta de maneras de representar sus imaginarios a través del recurso de lo personal y de la ficción.


Kvla


Educación artística


“Son necesarios imaginarios culturales extensivos para contextos complejos,

híbridos, abigarrados, no arraigados en territorios homogéneos donde

el pensamiento sea monocultivo. Imaginarios que tengan en cuenta lo

imprevisto, que desarrollen una atención constante ante lo emergente en un

medio rural cada vez más intrincado y expuesto a discursos reduccionistas y

monocromáticos.”


Habitar lo común, imaginarios y cercanías, María Montesino






Este proyecto invita a pensar en Isla Mocha desde distintos territorios, a aproximarse a través de nociones, referencias, imágenes y conversaciones. Desde Octubre del año pasado he estado en reuniones virtuales hablando sobre el lugar que habito. Generando a través de las palabras, intercambios, mediaciones para articular una residencia artística.


Los imaginarios de lo común nos atraviesan, nos conectan con el mundo, despiertan miradas transversales, nos nutren de ecosistemas, de culturas y tradiciones.


Con el objetivo de compartir el pulso que mueve a Yasna, sus intereses, intenciones y búsquedas ligadas a su rol de artista educadora, les comparto a continuación tres respuestas a las preguntas que le realice sobre la educación artística como entramado comunitario.


¿Qué te inspiró a trabajar la práctica fotográfica con la práctica pedagógica?


Me inspiró la capacidad de asombro que habita alrededor de la obtención de una imagen. Independiente de la técnica fotográfica, existe una fascinación por el trabajo armonioso en cuanto al encuadre y los objetos/personas retratadas. En el mundo de rápido andar y moderna tecnología, es clave tomarse un tiempo para analizar las distintas sensaciones y emociones que nos entregan las imágenes y así intentar comprender el punto de vista de quien fotografía, ya que comparte parte de sí mismo en este ejercicio. Intentar comprendernos a pesar de nuestras múltiples diferencias debiese ser un motor constante en el trabajo pedagógico, guiando las relaciones a entornos más horizontales donde todas las voces y miradas puedan tener una cabida más amena.


De acuerdo a tu experiencia y conocimientos como mujer fotógrafa educadora, ¿de qué

forma activas el trabajo visual como una construcción de conocimiento?


Incentivando la acción, el hacer, el crear, el pensar. El trabajo basado en la práctica personal aumenta la confianza de quienes experimentan nuevos lenguajes, sobre todo en niñas, niños y adolescentes, que están conociendo sus propias capacidades y el mundo a través de ellas. El trabajo visual que se obtiene en las distintas prácticas artísticas conlleva un análisis que a veces no es tan consciente en quienes lo experimentan, pero está allí, nos invita a repensar de una manera lúdica el mundo que habitamos, ofreciendo nuevas posibilidades de sobrellevarlo. El hacer y el pensar siempre nos ofrecerá una ventana al conocimiento.


Desde tu mirada ¿Cuál es el rol pedagógico de la fotografía?


Para mí, principalmente el cultivar la paciencia (en la fotografía análoga) y activar la observación. Al pensar en la fotografía como una práctica pedagógica, nos vemos en la necesidad de darle sentido a lo que vemos, a buscar en las palabras lo que se experimenta en la contemplación. Compartir las distintas opiniones en torno a una imagen en común es una manera de establecer valor en la voz de cada participante. Es fundamental para aprender, poner en práctica el ver/hacer/pensar la fotografía.


En relación a la creación del mural ¿Cómo surge el impulso de trabajar lo fotográfico para

abordar lo pictórico?


Surge para establecer una mirada en común. Antes de crear, es necesario pensar y analizar lo que ya se conoce, para verlo desde nuevos puntos de vista y así comprenderlo a más cabalidad. La idea de hacer este ejercicio es de primero hacer una llamado a la exploración, darle a cada uno de los participantes la posibilidad de maravillarse a través de técnicas antiguas y establecer un diálogo abierto que nos dé más ideas. Además en la obtención de imágenes observamos elementos que son claves en la creación del mural, tales como el ángulo de visión, la profundidad, los contrastes, los colores o la escala de grises y el paisaje como elemento unificador. Para mí también es importante porque a través de estos ejercicios de miradas y composición, puedo conocer más de sus protagonistas, ya que yo acudo como un agente externo que recoge los resultados y tiene la tarea de interpretarlos, de manera que haga sentido a quienes observen el mural y sean capaces de sentirse identificadas/os.


Meli


Experiencias Docente


“La valentia de enseñar es la valentía de

mantener el corazón abierto en esos momentos en que se le pide al

corazón que aguante más de lo que pueda, para que docentes y estudiantes,

además del “contenido”, puedan entrelazarse en la trama de

la comunidad que el aprendizaje y la vida requieran.”


Joy Palmer, Educación ambiental en el siglo XXI: teoría, práctica, progreso y promesa.






Durante los días que compartimos en la Escuela Armando Arancibia Olivos surgió un ímpetu por capturar pedacitos de sol, luces reflejadas en rostros, paisajes y memorias. Nos situamos desde la inquietud de extender nuestra mirada, reconocer la ínsula y reconocernos como ínsula, como cuerpos insulares que se conectan con el ecosistema.


La fotografía es una gran herramienta pedagógica y artística, que permite la libertad creativa y la libertad de expresión, permite contar nuestra verdad. Nuestro Imaginario se articula a partir de imágenes, las imágenes activan las emociones, activan los recuerdos. Nos permiten resignificar, observar el entorno para otorgarle significancia.


La experiencia docente y su percepción como participantes activos del programa es otra mirada a compartir. Por lo que a continuación, sumaré una pequeña parte de las respuestas a la evaluación que realizaron las y los profesores.


¿Consideras que las actividades de la residencia contribuyen a la experiencia educativa de

las y los estudiantes?


Considero que efectivamente las actividades de la residencia contribuyeron a la experiencia

educativa de los estudiantes, ya que, presentan actividades y desafíos que muchas veces no conocen y los motivan a realizarlos.


Profesora Elizabeth Cisterna.


Sí, entregando conocimientos transversales y ampliando experiencias artísticas para los estudiantes.


Profesor Cristian Poza.


Si, generando nuevas experiencias.


Profesor Marcelo Jara.


¿De qué manera se puede generar un modelo participativo de educación artística insular?


Se podrían fomentar acciones en donde se escuche la voz de los habitantes de la isla, niños, jóvenes y adultos. A partir de esto, generar actividades que se adapten al contexto insular, considerando que es totalmente distinto al del continente. De esta forma, lo que los niños aprenden, se eleva a sus familias y resulta aún más significativo.


Profesora Elizabeth Cisterna.


Considerando las necesidades de los y las personas de isla Mocha. Articulando actividades por medio de la recopilación con juntas de vecinos, centros de padres y madres de la escuela y docentes.


Profesor Cristian Poza.

Generando cuestionarios para los participantes.


Profesor Marcelo Jara.



Wechun zugu


Escribo este ensayo desde el transitar, adquiriendo nuevos imaginarios y colores, pensando en aguas y texturas insulares. Escribo apelando a la memoria. Escribo manteniendo una red que se extiende y sostiene. Escribo como habitante de Isla Mocha, proyectando la regeneración de un territorio y sus habitantes.












“Al oeste está el sol”

Juana Molina











Daniela Meliantulafken


Artista educadora, creadora de Ngalka Taller


Activo en:


Colectivo de educación Artística, Laboratorio Itinerante

Organización Cultural Comunitaria Xempvjkawe de Isla Mocha

Cooperativa de Trabajo Las Treilas de Isla Mocha

Junta de Vecinos sector norte Isla Mocha




Desde el transitar, Agosto 2024



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